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Ventajas y desventajas de ser un dentista

Todas las carreras universitarias y todo lo que decidimos realizar en nuestras vidas tiene sus ventajas y sus desventajas y estudiar odontología no es la excepción, pero es importante destacar que, a pesar de tener ciertos inconvenientes, sus virtudes y provechos superan por mucho estas desventajas, de las cuales no hay nada de qué preocuparse si de verdad se tiene la convicción y la vocación de convertirse en un dentista. Ser un profesional odontólogo supone mucha responsabilidad para la persona, ya que esta se encarga de la salud bucal de quienes confían en sus conocimientos y habilidades para el tratamiento de su padecimiento; ya sea en los dientes, encías o cuidado oral preventivo.

Ventaja de la odontología


Ser tu propio jefe: La mayoría de los dentistas de todo el mundo trabajan en su consultorio privado, es decir, desarrollan su propio lugar de trabajo; pudiendo de esta manera ser su propio jefe y contratar al personal que desee, ajustar el horario que mejor le convenga y elegir el tamaño del consultorio o clínica odontológica. Es importante mencionar que, los dentistas al igual que los doctores pueden especializarse en un área en específico, como por ejemplo ortodoncia o cirugía oral.

Servir de ayuda a las personas: 


Como en todo personal médico, una de las mayores ventajas de un dentista es la satisfacción que se siente al ayudar al prójimo; pues para eso se convierten en odontólogos, con el fin de hacer sentir mejor a las personas, ya sea en cuanto a una enfermedad bucal o en apariencia, como es el caso de la ortodoncia.

Oportunidades de trabajo y buen ingreso económico:

 El futuro de los dentistas está prácticamente asegurado para ellos, pues los nuevos odontólogos, en algún momento de su carrera tendrán que suplantar a aquellos que tengan que jubilarse, por lo que siempre va a existir demandas de odontólogos en todo el mundo; además de esto, el ingreso anual de estos profesionales es bastante elevado en comparación con otras profesiones.

Desventajas de la odontología.



Tratar con pacientes difíciles:


 Está es prácticamente la única desventaja que tiene ser un dentista, y es porque en muchas ocasiones llegan personas realmente nerviosas, molestas por el mismo malestar, incómodas, etc.; sobre todo cuando se trata de niños. Por lo que el profesional debe lidiar con este tipo de personas mientras trata de hacer su trabajo lo mejor posible, ya que estos normalmente no cuentan con asistentes como pasa con otros tipos de especialidades médicas.

Prolongados periodos de estudio:


 Ser un dentista implica pasar por un periodo largo de estudios y esta no es una carrera fácil, está llena de prácticas y de todo un camino por recorrer antes de obtener el preciado título universitario; además de esto, el profesional odontológico debe contar con una licencia, por lo que se ve obligado a aprobar varios exámenes escritos y prácticos antes de comenzar a ejercer su profesión.

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